John Stuart Mill, expresa que lo verdaderamente significativo no eran sólo las condiciones de producción sino, sobre todo, la fuerza de la demanda interna de determinados productos entre un país, respecto de la demanda de esos mismos productos en el seno de la economía del otro país.
Según Mill, aun cuando en una economía los costes de producción de un bien, resultasen menores que los costes de producción de ese mismo bien en otra economía, la existencia de una demanda mayor que la capacidad de producción u oferta de ese bien en el primer país podría impedir que dicho bien se exportase o, incluso, podría ocurrir que se importasen unidades de la economía que lo producío.
con costes mayores, siempre y cuando la demanda de ese bien, en este segundo caso, fuese menor que la cantidad producida.
En otras palabras, las demandas recíprocas de un mismo bien por parte de las economías de dos o más países determinarían si dicho bien se intercambiaba y, lo que es tan importante como lo anterior, a qué precio lo intercambiarían. La demanda internacional asegura que se alcanzará el equilibrio entre los mercados internacionales, cuando el monto del precio total de bienes del país importador coincida exactamente con el total de bienes que el exportador desea enviar